Each week we will be sharing a tip from our school psychologist, Mrs. Rollins.

This week we are talking about Back-to-School Tips

1. Anticipate Routine Changes- during the summer we get lax with some of the routines we need to keep us sane during the school year. Some changes that happen are:

a. Sleep schedule – if you can practice waking up early and going to bed earlier before school starts it makes that transition easier. If not, realize it will take a week or two into school before this change evens out into a smoother routine.

b. Get ready in a timely manner – make sure clothes are ready and picked out the night to reduce anxiety or arguments in the morning.

c. Get Breakfast- energy from breakfast helps to power us through the morning. If your child gets breakfast at school, get them there in time to eat that breakfast.

2. Encourage good communication – if you are aware of how they are feeling at school, then you can better anticipate needs or communicate to the school ways that your student could be supported or accommodated.

a. Ask for highs and lows, i.e., “What was the best thing that happened today? What was the worst thing that happened?”

b. Catch them off guard with a more specific question, “What was something funny that happened in class today?” or “Was there a moment you felt frustrated?”

c. To help encourage communication, be willing to answer questions like these from your children and model the communication you’d like to receive. This gives you an opportunity to model how to handle stress.

3. Check-in with the school

a. Try to go to back-to-school night to orient your child to the classroom and the teacher before the first day. If you can’t do this, try to schedule another time to walk the school and practice routines.

b. If your child has a Health plan, 504, or IEP, check in with the school team to communicate any updates needed such as new diagnoses, medications, or new academic/behavior concerns that you need to be addressed.

Consejo psicológico de la semana

Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.

Esta semana hablaremos de los consejos para la vuelta al cole

1. Anticiparse a los cambios de rutina – durante el verano nos relajamos con algunas de las rutinas que necesitamos para mantenernos cuerdos durante el año escolar. Algunos cambios que ocurren son:

a. Horario de sueño – si puede practicar el levantarse temprano e irse a la cama más temprano antes de que comience la escuela hace que la transición sea más fácil. Si no es así, ten en cuenta que tardarás una o dos semanas en empezar el colegio antes de que este cambio se convierta en una rutina más suave.

b. Prepárese a tiempo: asegúrese de que la ropa esté lista y elegida la noche anterior para reducir la ansiedad o las discusiones por la mañana.

c. Desayunar – la energía del desayuno nos ayuda a pasar la mañana. Si su hijo desayuna en la escuela, llévelo con tiempo para tomar ese desayuno.

2. Fomente una buena comunicación – si usted es consciente de cómo se siente en la escuela, podrá anticipar mejor las necesidades o comunicar a la escuela las formas en que su estudiante podría ser apoyado o acomodado.

a. Pregunte por los puntos altos y bajos, es decir, “¿Qué fue lo mejor que pasó hoy? ¿Qué fue lo peor que pasó?”

b. Póngales en guardia con una pregunta más específica: “¿Qué ha sido lo más divertido que ha pasado hoy en clase?” o “¿Hubo algún momento en el que te sentiste frustrado?”.

c. Para ayudar a fomentar la comunicación, esté dispuesto a responder a preguntas como éstas de sus hijos y modele la comunicación que le gustaría recibir. Esto le da la oportunidad de modelar cómo manejar el estrés.

3. Compruebe con la escuela

a. Intente ir a la noche de vuelta al cole para orientar a su hijo sobre el aula y el profesor antes del primer día. Si no puede hacerlo, intente programar otro momento para recorrer la escuela y practicar las rutinas.

b. Si su hijo tiene un plan de salud, un 504 o un IEP, consulte con el equipo de la escuela para comunicar cualquier actualización necesaria, como nuevos diagnósticos, medicamentos o nuevas preocupaciones académicas o de comportamiento que necesite que se aborden.

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