Each week we will be sharing a tip from our school psychologist, Mrs. Rollins.

How to help our students develop Executive Functioning skill weaknesses.

When we talk about what to do to help our students improve executive functioning skills, there is one general thing we can do: Lend them our frontal lobe! Help create structures and systems that teach them to use these skills.

Teachers in elementary grades identified task initiation, sustained attention, and response inhibition as the executive functioning skills they thought students struggle with the most. In this psych tip, I’m going to talk about what we do to help with these key skill deficits for our elementary students.

1. Task Initiation- sometimes you can overcome this weakness by setting a goal to start tasks they wouldn’t normally do on their own to earn something meaningful to them. Also, eliminate distractions from the task, make the task shorter, or make it seem simpler by offering to help as they get started and showing them that it is easy for them to do.
2. Sustained Attention-to help students with this skill we can supervise their on-task rate and remind them to be on task at key times. Build their stamina by expecting shorter periods of attention before allowing a break and then increasing the interval over time. Provide a visual timer that they can reference so they know how much more time they have before a break.
3. Response Inhibition- strong boundaries with alternative choices that direct to positive behaviors are usually the best way to teach this skill. If students cross the boundary there needs to be an immediate and meaningful consequence to teach them. If there are ways to get what they want safely, then we talk them through those alternative choices.

Just like a baby learning to crawl, we block off stairs or the kitchen with a gate (boundary) because of the danger they pose. When they can navigate that area safely, then the gate is removed. Likewise when we teach students to stop impulsive behavior in favor of alternative acceptable behaviors, then we no longer have to enforce the strict boundary.

Consejo psicológico de la semana

Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.

Cómo ayudar a nuestros alumnos a desarrollar las debilidades de las habilidades del funcionamiento ejecutivo.

Cuando hablamos de qué hacer para ayudar a nuestros estudiantes a mejorar las habilidades de funcionamiento ejecutivo, hay una cosa general que podemos hacer: ¡Prestarles nuestro lóbulo frontal! Ayudar a crear estructuras y sistemas que les enseñen a utilizar estas habilidades.

Los profesores de primaria identificaron la iniciación de la tarea, la atención sostenida y la inhibición de la respuesta como las habilidades de funcionamiento ejecutivo con las que pensaban que los estudiantes tenían más dificultades. En este consejo psicológico, voy a hablar de lo que hacemos para ayudar con estos déficits de habilidades clave para nuestros estudiantes de primaria.

1. Iniciación de la tarea – a veces se puede superar esta debilidad estableciendo un objetivo para iniciar tareas que normalmente no harían por su cuenta para ganar algo significativo para ellos. Además, elimine las distracciones de la tarea, haga que la tarea sea más corta o que parezca más sencilla ofreciéndoles ayuda mientras empiezan y mostrándoles que es fácil de hacer.
2. Atención sostenida: para ayudar a los alumnos con esta habilidad, podemos supervisar su ritmo de trabajo y recordarles que deben estar atentos a la tarea en momentos clave. Desarrolle su resistencia esperando períodos más cortos de atención antes de permitir un descanso y luego aumentando el intervalo con el tiempo. Proporcione un cronómetro visual que puedan consultar para saber cuánto tiempo tienen antes de una pausa.
3. Inhibición de la respuesta: los límites firmes con opciones alternativas que se dirigen a comportamientos positivos suelen ser la mejor manera de enseñar esta habilidad. Si los alumnos cruzan el límite, debe haber una consecuencia inmediata y significativa para enseñarles. Si hay formas de conseguir lo que quieren de forma segura, entonces les explicamos esas opciones alternativas.

Al igual que un bebé que aprende a gatear, bloqueamos las escaleras o la cocina con una puerta (límite) por el peligro que suponen. Cuando pueden desplazarse por esa zona con seguridad, se retira la verja. Del mismo modo, cuando enseñamos a los alumnos a dejar de tener un comportamiento impulsivo en favor de comportamientos alternativos aceptables, ya no tenemos que imponer el límite estricto.

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