Consejo psicológico de la semana
Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.
Medir el tamaño de un problema
Una forma sencilla de ayudar a nuestros alumnos a reducir el estrés y la ansiedad y a replantearse sus pensamientos es enseñarles a calibrar la magnitud del problema que tienen. Muchas veces los niños piensan que todos sus problemas y preocupaciones son igual de importantes.
Enseñándoles a calibrar la magnitud de su problema, nuestros alumnos pueden tomar mejores decisiones sobre qué hacer al respecto y también cambiar su forma de pensar sobre ese problema.
Una forma de clasificar los problemas es decidir cuánta ayuda necesitas para resolverlos:
Nivel Verde: Este problema es pequeño, quizá entre tú y otro alumno y no necesita ayuda de un adulto para resolverse.
Nivel Amarillo: Este problema te afecta a ti y a otras personas y necesitas ayuda de un adulto.
Nivel Rojo: Este problema afectará a muchas personas, llevará algún tiempo resolverlo y requiere mucha ayuda de un adulto.
Otras formas de clasificar los problemas son lo molesto que le resulta, la magnitud del cambio, el problema temporal frente al problema a largo plazo o dar a la clase ejemplos concretos con los que comparar su problema para situarlo.
Consejo psicológico de la semana
Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.
Medir el tamaño de un problema
Una forma sencilla de ayudar a nuestros estudiantes a reducir el estrés, la ansiedad y replantear sus pensamientos es enseñarles a medir la magnitud de un problema que están teniendo. Muchas veces los niños creen que todos sus problemas y preocupaciones son igual de importantes.
Si les enseñamos a calibrar la magnitud de su problema, nuestros alumnos podrán tomar mejores decisiones sobre qué hacer al respecto y también cambiar su forma de pensar sobre ese problema.
Una forma de clasificar los problemas es decidir cuánta ayuda necesita para resolverlos:
Nivel verde: Este problema es pequeño, tal vez entre tú y otro estudiante y no necesita la ayuda de un adulto para resolverlo.
Nivel amarillo: Este problema te involucra a ti y a algunos otros y necesitas la ayuda de un adulto.
Nivel rojo: Este problema afectará a muchas personas, llevará algún tiempo resolverlo y requiere mucha ayuda de un adulto.
Otras formas de clasificar los problemas son el grado de molestia, la magnitud del cambio, el problema temporal frente al problema a largo plazo, o dar a la clase ejemplos concretos con los que comparar su problema para situarlo.
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