Consejo psicológico de la semana: aumentar el cumplimiento de las normas
Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.
Esta semana hablamos de - Aumentar el cumplimiento de las normas
Cuando pensamos en cómo conseguir que los niños cumplan más, nos vienen a la cabeza los gráficos de pegatinas y las economías de fichas. Son útiles para cambiar el comportamiento más difícil de los niños porque hacen que cada miembro sea responsable de su parte, como una representación visual de un contrato. Una tabla de pegatinas dice: "Veo que has hecho el comportamiento y ahora cumpliré lo que prometí".
¿Cómo conseguimos el cumplimiento sin tener que dar siempre la vara? La respuesta está en construir relaciones. Cuando se tiene una relación sólida con un niño, éste obedece más a menudo. ¿Pueden los profesores y los padres hacer lo mismo? Sí. Aunque puede parecer un poco diferente, ya que los padres buscan el cumplimiento de maneras diferentes con sus hijos que con los profesores. He aquí algunas formas de establecer relaciones:
Infundir alegría: los niños están hechos para jugar. Es posible que tengas que adaptar tu forma de jugar en función de la edad, pero la clave está en hacerles reír.
-A los niños pequeños les encanta que los adultos hagan el tonto.
Los niños pequeños adoran a los adultos que actúan de forma tonta, así que sobreactuar, bailar, hacerles correr hasta el lugar al que quieren ir o imitar a un animal para que empiecen una tarea pueden ser buenas formas de infundirles juego.
-A los niños mayores les gustan los juegos verbales, como contar historias o chistes. Por ejemplo: "Limpiar tu habitación
habitación está sobrevalorada, porque así podrías encontrar el conjunto que quieres ponerte para tu cita.
cita. Definitivamente es mejor dejarla sucia y que tu elección de atuendo sea un misterio".
Conexión física: los abrazos, chocar los cinco, coger de la mano, dar palmaditas en el hombro y la proximidad son aceptables en casa y en el colegio, aunque la intensidad sin duda varía. Los niños pequeños disfrutan mucho de la conexión física con sus cuidadores de confianza. Los adolescentes lo aceptan mejor si se han criado en un entorno en el que esto es importante, pero empieza con pequeños gestos para que puedan guiarte hacia lo que es útil.
Dar la bienvenida a las emociones: permitir que nuestros hijos sientan lo que sienten y mostrarles que las emociones están bien. Para ayudar a nuestros hijos a autorregularse, les ayudamos a nombrar la emoción, a darle sentido y a decidir con ellos qué hacer al respecto o dejarla pasar.
Escucha y empatiza: tómate el tiempo necesario para que tu hijo te hable y respóndele sólo con emociones y comentarios de apoyo como: "Eso parece aterrador... debe haber sido difícil de hacer... debes haber sido valiente". Hacer esto puede ayudarte a descubrir las razones del incumplimiento.
Uno a uno: todo esto es más eficaz si se puede encontrar un momento o un lugar para conectar con ellos individualmente. En el caso de los padres, puede tratarse de pasar más tiempo con ellos en una actividad preferida, jugando a algo que les guste o leyendo un libro juntos. Para los profesores, puede consistir en pasar unos minutos con ellos durante el recreo, el trabajo independiente o una transición en clase.
Conexión de transición: si sabes que se aproxima una tarea difícil, como separarse de los padres, realizar una evaluación difícil o hacer una presentación, puedes ayudar a tu hijo con una sesión de caricias o charlas reconfortantes para que se sienta seguro y confiado. Lo mismo ocurre cuando terminan una tarea difícil y pasan a otra menos exigente.
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