Consejo psicológico de la semana - Cómo evitar la escalada de emociones intensas
Cada semana compartiremos un consejo de nuestra psicóloga escolar, la Sra. Rollins.
Esta semana hablaremos de - Reducir las emociones intensas No podemos evitarlo todo.
No podemos evitarlo todo. Nuestros hijos con sentimientos intensos van a tener crisis, normalmente debido a factores que no siempre podemos controlar. Este consejo se centra en qué hacer cuando eso ocurre.
Cuando un alumno experimenta emociones intensas, intentar hablar con él no funciona. Gritarán: "¡Basta!", "¡Te odio!", intentarán hacerte daño o huirán de ti. Puede que sigan haciéndolo incluso cuando haces lo que te sugiero, pero cuando respondemos de forma coherente deja de hacerlo.
El libro Good Inside de la Dra. Becky Kennedy y mi propia experiencia sugieren lo siguiente:
Sé un líder sólido: todos queremos a alguien en quien confiar en momentos de tensión. Es habitual negociar, ceder a las demandas o gritar para "parar el conflicto". Pero eso enseña a los niños que sus emociones son demasiado para los demás. Mantener la calma y respetar los límites les hace saber que sus emociones están bien, lo que les ayuda a creer en su propia capacidad de regulación.
Curiosidad en lugar de culpa: los adultos tienden a culparse a sí mismos cuando los niños se derriten. En lugar de eso, empieza a preguntarte por qué tu hijo se siente así o qué necesita. De ese modo podrás encontrar la función del comportamiento y mirar hacia la prevención en el futuro.
Contención: normalmente los padres recogen a su hijo para llevarlo a otra habitación. El objetivo de la contención no es "ganar la pelea", sino detener el comportamiento peligroso. Dígales lo que va a pasar: "Voy a levantarte y a llevarte a tu habitación. Me sentaré contigo". Las escuelas tienen normas sobre las interacciones físicas con los niños, así que lo mejor es trabajar con los padres, revisar las leyes estatales y crear un plan de comportamiento para una retirada segura cuando sea necesario.
Estar presente y esperar a que pase: demuéstrale a tu hijo que estás dispuesto a acompañarle en su tormenta emocional y que sus sentimientos no son contagiosos. Tampoco pasa nada si necesitas un minuto para salir y regularte, porque las emociones intensas son duras para todos. Este es un buen modelo que ellos pueden elegir para el futuro.
Transmita atención mediante la validación: recuérdese a sí mismo y al niño que es un "buen chico que lo está pasando mal". Incluso si todo lo que haces es hacerle saber que es razonable estar enfadado, aunque no le permitas continuar con ninguna acción peligrosa asociada a estar enfadado.
Restablecer la comunicación: es difícil hablar cuando se sienten emociones intensas, así que esto suele hacerse de forma no verbal. A la Dra. Becky le gusta usar los pulgares arriba/abajo/al lado. Explica que permite que el niño siga escondiéndose, pero le pregunta si está cerca de adivinar las razones de sus emociones. Empieza con una suposición tonta para disolver la tensión y luego se acerca más a la verdad.
Es difícil sobrellevar las emociones fuertes con los niños, pero la confianza y la compenetración crecen cuando se hace. Si puedes verles en su peor momento y seguir acudiendo a apoyarles como profesional de la escuela o como padre, envías un fuerte mensaje de preocupación por su progreso. También puede ayudar a comprender mejor cómo prevenir futuras crisis.
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